viernes, 28 de agosto de 2009

bang bang bang!

waaaaaaaaaaaaaaa revivi csm xd
estuve ausente por un buen tiempo.... es que ya empezaron de nuevo las clases y me estan haciendo leer como la rcsm u.u perooooo aprovecho para escribir. Tb sere mas organizada, y de ahora en adelante pretendo escribir una vez por semana.... supongo que cada domingo en la noche puedo tener algo nuevo =B yeeee (r)

yaaa ahora me concentrare en escribir algo en tiempo record porq estoy en el laboratorio de computo y me botaran en cualquier momento xd

chan chan channn (8)



*

No soy una persona que disfrute mucho de los juegos. Desde chibola, saltar la cuerda me llegaba al pincho, igual que jugar chapadas o esas cojudeces. Preferia cosas como botella borracha, ahora que hago memoria (xd). Y ya que yo fui chiquita durante los 90's, década de los avances tecnológicos y todo eso, mis amigos de mi generacion -casi todos- eran y son hinchas de algun juego de esos de computadora, o nintendo, o play... y ahora que la cosa se ha ampliado aun mas, tambien les gusta jugar con el wii y cuanto cachibache exista. Yo no comparto ese gusto por los juegos (no sé por qué).

Este artículo va dedicado a la gente que sufre de los mismos síntomas que yo: la anomalía anti lúdica.

El antilúdico es aquel ser extraño con quien no puedes hablar de dota, gundam o crazy combi, ya que para él -me incluyo- todo eso es la misma cojudez. Puede que haya jugado alguna vez en su vida, pero lo hizo por compromiso. Incluso, puede que le hay gustado realmente jugar esas cosas, pero en cuestión de días se aburrió. No es como el común de la gente, que cuando encuentran un juego que les gusta, se afanan y juegan por el resto de su vida. ¿Por qué somos así? ¿Por qué no nos afanamos con una de esas cosas raras?

El hincha, en cambio, (no creo que haga falta describirlo, realmente)... bueno, creo que hay grados de hincha. Tienes al hincha que ni parece ser una persona que disfruta de estos jueguitos raros hasta que lo pones frente a una computadora... ¡y hay que ver cómo se emociona! es increíble como le grita a la computadora, menta la madre al aire y se desespera porque no subió de nivel. Por otro lado, tienes al hincha cuyo tema principal de conversación son los benditos juegos estos. Es más, puede que esté en una liga o un club de estas sonseras (sí, a mí también me costó creer que existen clubs de YOISTIKEROS -como se escriba xd- pero es cierto, sí existen). Pareciera que no puedes tener una sola conversación con esta persona sin que te mencione de una forma u otra su afición por estos juegos que le queman la retina y el cerebro.

Debo decir, que este último tipo de hincha es irritante. (hmmm me recuerda a alguien). Creo que les contaré algo que le pasó a una amiga: Resulta que esta chica tenía un enamorado. No era que lo amase a morir, pero... como que le gustaba (xd). La cosa es que un día su mascota se murió y la chica estaba extremadamente trite. Lloró tooooooodo el día. Y, al final del día, cuando se conectó, vio que su amorcito estaba en línea. Así que ella, todavía deshecha por su pérdida, decide hablar con su novio y le cuenta lo que pasó. El chico, sin embargo, parecía casi indiferente, y solo dijo algo así como "ah, que pena" y la dejó colgada. La chica se fastidió, por que esperaba una reacción diferente por parte de su enamorado. Dejó que pase el timpo, y el chico no le hablaba para nada. Ella, ya irritada, le pregunta algo así como "oye, ¿estás ocupado?", y... ¿saben qué respondió él? respondió "sí, estoy jugando"... ¿se imaginan? ¡Qué horrible! Digo yo, ¿no pudo darse 5 minutos para decirle algo bonito que la haga sentir mejor? ¡Qué tarado! Por eso es que cortaron en una (xd).

Pero ser un antilúdico acérrimo también puede ser así de irritante para la gente que sí disfruta de los jueguitos. Yo, por ejemplo... haciendo memoria, prácticamente todos los chicos que me han gustado han sido de los que les gusta jugar. Por aí como que no tenemos algo en común. Y si me gustara un hincha estaría fregada xd. es que es difícil que un antilúdico tenga amigos antilúdicos porque somos minoría. Somos como... como las personas de ojos violeta xd. Sí existimos, aunque cueste creer, pero somos una minoría.

La cuestión es... quien no es antilúdico, tiene otra adicción. Yo por ejemplo, era adicta al msn (estoy combatiendo eso). También tenemos a los adictos a la televisión, que se han visto todos los animes de cartoon network y todos los realities de VH1 y MTV.

Creo que esto es algo generacional, poque la gente de generaciones anteriores a la nuestra, no eran como nosotros: ellos salían libres a jugar futbol a la pista o a corretearse por el parque. Ellos no veían capítulos de naruto por youtube, ni se quedaban hasta las 3 de la mañana en msn, ni jugaban dota.

Y si lo pienso, me da pena. Me da pena porque pienso que es más paja lo que ellos hacían antes que lo que hacemos nosotros. Ellos eran niños felices que interactuaban entre ellos. Nosotros, en cambio, interactuamos con máquinas. Pensándolo, resulta triste. En nuestra generación, la miopía, la obesidad, entre otras cosas, son super comunes; mientras que eran casi una cosa rara allá por los 80's y antes.

Pero creo que nosotros no tenemos nada más qué elegir: No podemos comparar la seguridad ciudadana de antes con la actual. Antes, si dejabas tu bicicleta en la puerta de tu casa, nadie se la iba a agarrar. Ahor, si quieres dejar tu bicicleta en la puerta de tu casa, debes quedarte con ella. Y encima, es mejor que te cuiden a ti también, vaya a ser que te rapten. Tiene sentido, entonces, que estemos encerrados en nuestras 4 paredes con nuestros cachibaches tecnológicos perdiendo tiempo y vida.

Creo que puedo hablar por todos los antilúdicos si digo que a toda esa gente que le llega jugar por computadora le hubiera gustado nacer en otra generación. ¿Qué importa que no hayan msn ni celular? ¿Qué importa que tengan tele a blanco y negro y que en vez de ipod tengan una casetera del tamaño de la mitad de un ladrillo? Sigo pensando que era más bonito jugar como ellos lo hacían.

Nosotros, la generación X, estamos en una etapa de transición: si es que el mundo no se acaba en el 2012, como dijo Nostradamus, la tecología seguirá avanzando más y más. ¿Cómo jugarán los niños en el próximo siglo? ¿Qué cojudeces raras se inventarán en el futuro?

Para mí, el mundo se acabó en los 80. Nostradamus se equivocó. El mundo se acabó en los 80. Ya, en los 90, si quieres, por que la buena música llegó hasta esa década. Pero en el nuevo milenio, todo, todo, todito se fue al carajo. Algunos pueden ver un auge tecnológico, pero lo que yo veo es la decadencia del hombre como un ser natural.

Y nosotros, como generación de cambio, ¿qué podemos hacer? ¿Destruimos internet para que las bibliotecas sigan abiertas? Creo que lo único que podemos hacer es llevarle la corriente a esta nueva ola de invenciones, pero sin perder nuestro toque natural.

jueves, 6 de agosto de 2009

ñaka ñaka ñaka

ñakaaa estoy preparando otro tema. Mientras, dejare una reflexion menos politica y más social. Tal vez algo ideológica. ñaka ñaka ñaka ñaka. Esperate que quiero ir por más café....

yatah

voy a seleccionar musiquilla...

listo :B

*

Si han leido antes este blog, se habrán dado cuenta de que quien escribe es una mujer. Y, como mujer, valoro muchisimo el avance femenino en la sociedad. En el siglo pasado, las mujeres solo podian aprender a cocinar, a tejer, a hacer las sonseras de la casa, etc. Se dedicaban a ser "la gran mujer DETRAS del gran hombre". Ahora, las mujeres estudiamos en los mismos ambientes que los hombres, hacemos las mismas actividades. Podríamos decir que ahora la "gran mujer" no va detrás del "gran hombre", si no que camina a su costado. Incluso ha podido superarlo muchas veces. Sólo es cuestión de recordar nuestros días de escolares... si has estado en un colegio mixto, recuerda... en tu salón habían chicos y chicas, pero la más chancona era una chica, no? Bueno, tal vez no xD. (Pero hay estadisticas que dicen que a las mujeres generalmente les va mejor en el colegio que a los hombres.)

En cualquier caso, podríamos decir que la mujer ha cobrado independencia, que ya no se dedica a ser una muñeca viviente, dominable y bien amaestrada. Esta nueva mujer autosuficiente, renovada y libre debería encajar en nuestra sociedad. Pero parece que simplemente no puede.

¿Por qué?

¿Nunca has intentado pintar una cartulina negra con un color blanco? ¿Cierto que por más que te gastes todo el color y lo pases con fuerza, igual se va a notar el fondo negro? Pues... algo así es. La misma figura. La sociedad de antes es nuestra cartulina, y el color negro es este machismo categórico. Nuestro color blanco es el movimiento en pro de la igualdad de sexos. El blanco puede notarse, pero es muy opacado por el color negro.

Es cierto que la mujer tiene derecho a gozar de licencia por maternidad pre y post natal. Pero, ¿eso se respeta? Es más, me atrevo a preguntar ¿eso se respeta en el Perú? La violencia contra la mujer es totalmente inadmitida, pero ¿cuántos hombres les pegan a sus esposas? ¿Cuántos reportajes matutinos ves sobre padres o tíos que violan a sus hijas? ¿Y qué se hace con esos abusivos? Es cierto que esta sociedad fomenta -en teoría- la igualdad entre hombres y mujeres. Pero, si es así, ¿por qué recibimos educación tan diferente desde que nacemos? ¿Por qué si un niño se cae se le dice que no llore y que se aguante; pero si una niña se cae, la mamá va corriendo a ponerle un curita con la cara de hello kitty?

En el fondo, la sociedad no quiere ceder al cambio. La mujer aún debe tener huevadas en la cabeza. Por algo es que los espacios de televisión sobre espectáculos, moda y cocina están destinados a un público femenino. ¿O cuántos programas de moda masculina existen? Y ni mencionar los programas para las amas de casa, a lo Laura Bozzo. O esas novelas estúpidas que tanto apasionan a las señoras, donde la abuela resulta ser la madre del hermano del hijo del amante del sobrino de la chica pobre enamorada del chico rico. Es así de trillado, pero las doñas se afanan con esas historias. Es por eso que una mujer que sale de este molde de muñeca domesticada y desinformada no pasa inadvertida. Para algunas personas causa admiración. A otros les parece contranatural.

La vez pasada estaba hablando con mi abuela sobre todo y nada y llegamos al tema de la vida en pareja. Bueno, sobre las relaciones de pareja, en general. Ella afirmaba de forma categórica, como negándose a admitir una opinión adversa, que si una mujer decide casarse o convivir con un hombre, la mujer no debe aportar en la casa. A lo mucho, con esta liberacion femenina, podria ayudar un poco con su trabajo. Pero es el hombre quien debe cubrir los gastos fuertes. Que le parece una cojudez eso de pagar todo mitad/mitad. Pero, digo yo... ¿si no pago lo que yo consumo, o sea, mi mitad... no estoy siendo una mantenida? ¿Y si hubo tanta revolución feminista, si tantas pensadoras hicieron tanto chongo para que más adelante mujeres como yo podamos estudiar y trabajar igual que los hombres... no sería lo correcto que no acepte ser mantenida por un hombre? ¿Si tanta gente ha luchado tan apasionadamente por la igualdad, acaso no será porque vale la pena?

Esto me hace pensar también en tantos programas de televisión. Desde las novelas mexicanas donde la mujer que no hace nada es la esposa del empresario exitoso, hasta estos realities de VH1 donde un artista que se pudre en plata tiene a 20 mujeres peleándose por él en una mansión. Lo curioso es que estas mujeres suelen ser modelos de dos por medio, músicos de poca monta o strippers. La mujer bonita y fracasada laboralmente es el complemento ideal para este hombre de negocios y de dinero. En ese tipo de relaciones, parece evidente que el hombre es quien cubre los gastos fuertes. La mujer sólo debe dedicarse a ser talla 28 el mayor tiempo que su cuerpo le permita. Estoy segurísima de que Flora Tristán o Magda Portal se irritarían hasta ponerse guindas de ver que los medios de comunicación siguen patentando esta imagen de la mujer. Y les debería reventar él hígado doblemente, porque encima el televidente no se da cuenta del evidente mensaje sexista que está mal escondido.

Lo triste es que al depender de un hombre, también dependes de su humor. Como dice la canción de Los Prisioneros "Si te quejas, ahí está la puerta; no estás autorizada para dar opinión". Pues... a eso respondo con otra cita textual, esta es del Che: "Prefiero morir de pie antes que vivir de rodillas". Es cuestión de pensarlo un poco... es cierto que a las mujeres les suele ir mejor en el colegio; pero a los hombres les va mejor en el trabajo (no lo digo yo porque se me ocurre, esto lo afirman diversos estudios). Pero tiene sentido que sea así: en el colegio, los hombres y las mujeres tienen exactamente las mismas oportunidades, nadie tiene ventaja sobre nadie. En el trabajo, en cambio, el hombre suele tener preferencias. Sobre todo si pensamos en esto de la maternidad. Un embarazo significa para una mujer un estancamiento profesional de tiempo indefinido. Estamos hablando de meses de meses, con suerte. Si no, podríamos hablar de años, fácilmente.

Por lo tanto, si no me quisiera complicar la vida, sería cuestión de pensar qué se me hace más fácil: ¿casarme con un empresario, permitir que él cubra los gastos principales del hogar y que yo sea la esposa-accesorio? o ¿convivir con un tipo que me agrade y pagar todo mitad/mitad? O, más free... ¿vivir sola? Así, todo lo que tenga será directamente mío, y no le debería ni un rollo de papel higiénico a nadie. Todo lo mío lo tendría por mérito propio. Pues... si quisiera ser descomplicada, comenzaria a buscar empresarios adinerados desde ahora mismo. Pero no estoy estudiando en la universidad para ser esposa.

Así que, aunque personas como mi abuela piensen que soy una idealista (bueno, si mi abuela supiera lo que pienso no me llamaría "idealista", me diría "burra necia"), no puedo dejar de pensar que la sociedad, aunque no lo acepte, debe amoldarse a la nueva mujer que quiere surgir, y debe fomentar este cambio. Los medios de comunicación ayudarían mucho en ello.

Hm... de hecho, tampoco podemos decir que no han hecho nada por esta revolución, porque sí lo han hecho. Incluso en la nueva formación de las niñas. Nada más pensemos en esta pomposa y glamorosa muñeca, Barbie. Una persona de poca visión sólo podrá ver una muñeca de plástico, pero Barbie representa toda una ideología. Es cierto que representa el consumismo, la vanidad, la idea de que la vida es interesante solo mientras eres joven (¿o entonces por qué no sale la Barbie juvilada? ¿O la Barbie octogenaria?). Pero, por otro lado, Barbie es un gol para el feminismo, ya que representa la independencia, la idea de que una mujer puede hacer lo que quiera y que no tenemos límites. Por eso tenemos a la Barbie veterinaria, profesora, rock star, surfista... lo que quieras, existe. Y no sólo eso. Si se dan cuenta, Barbie no depende de Ken. Ken es un accesorio. Hay muchas niñas que tienen una enorme coleccion de Barbies y solo un par de Kens. ¿Por qué? ¡Por que es secundario! Esta muñeca no es menos por no tener pareja. Aunque no haya un Ken que le haga compañía, igual tiene una sonrisa en el rostro. Igualmente, si Barbie no tiene a Kelly (la hijita) ¡no pasa nada! Sigue siendo glamorosa, exitosa y todo un ideal de mujer. Y, sí, me agrada que se les inculque esa mentalidad a las niñas, aunque sea de manera asolapada.

....ya. Debe parecer que soy archi feminista. Pero no. Solo creo en esta aparentemente utópica igualdad.


Hablando de igualdad... también estaba pensando en algo impuesto por la sociedad: los modales, especificamente, la caballerosidad. (Volveré a mencionar a mi abuela, y esta vez también a mis tías). Ellas afirman que a la hora de salir con un muchacho, este debe mostrarse totalmente caballeroso. Debe irte a recoger a tu casa; debe pagar él el taxi; si van al cine, él debe pagarte la entrada; si van a comer, que él te pague tu plato... y así. Él debe abrir la puerta del carro, él debe acomodarte el asiento... lo único que falta es que el pobre muchacho deba llevar a su chica cargada hasta su silla.

Estos gestos de caballerosidad son tan machistas que hasta se vuelven ridículos. Parecen querer exaltar la idea de que la mujer no es capaz de hacer ni mierda por sí misma y que el hombre debe hacer todo por ella. En teoría, la mujer y el hombre, al tener igualdad laboral, pueden pagarse cada uno lo que gasten. ¿Para qué me irían a recoger a mi casa? No tengo 2 años, no me perderé. ¿Para qué me van a pagar el taxi? Puedo tener 5 lucas en el bolsillo y pagarme el taxi. ¿Para qué me van a pagar un boleto de cine o un plato? No soy un caso de caridad. ¿Para qué me van a abrir la puerta del carro? No soy manca, lo puedo hacer sola. ¿Para qué me van a acomodar el asiento? ¿Acaso seré tan cojuda para sentarme en el aire?

Ajá, una ridiculez... pero... ¡es lindoooo! Puede ser que esta sea la mancha machista en mi discurso de igualdad; pero, aunque estos modales parescan resaltar la ideologia machista de que la mujer depende del hombre, pienso que es tierno que un hombre -sea esposo, novio, trampa, amigo o incluso un primo- te pague el taxi o te invite a ver un estreno. Pienso que es algo agradable porque demuestra interés en una, demuestra la intención de querer quedar bien o impresionar. Sinceramente, estoy convencida de que hasta la mas férrea feminista no podría hacer otra cosa más que agradecer y sonreír si un joven le invita un café, o si le ceden el asiento en la combi solo por ser mujer. No sé si sea porque a las mujeres se nos educa para apreciar esos actos de caballerosidad o por qué otro motivo sea, pero, definitivamente, ese tierno machismo nos derrite como hielo al sol.


A partir de todo el vómito de ideas presentado, puedo concluir teniendo una sola cosa muy en claro: que no tengo las cosas en claro. Es que es confuso, porque la sociedad expresa una cosa y ejecuta acciones divergentes. Los medios de comunicación y la educación ayudan y van en contra de la revolución. Hay una riña entre "el ama de casa" y "la mujer independiente", y, hasta ahora, no tengo ni la más remota idea de quién va ganando. Solo me queda esperar que, más pronto que tarde, se tome una posición, que sea clara y que avancemos.

martes, 21 de julio de 2009

pwu pwuu

waa pensé que podría escribir antes, perooo... fue, pues. La cosa es que estoy haciéndolo ahora n___n

*

Tengo 17 años y estudio. Debido a que vivo relativamente lejos de mi universidad y a que no tengo la edad para conducir mi propio vehículo, suelo dirigirme a mi alma mater utilizando el transporte más representativo de mi país, en particular, de Lima: COMBI. Es cierto que en realidad no todas son llamadas propiamente "combi": están los micros, las combis propiamente, los buses enormes (como la daewoo) y.. yo qué sé cuánta variedad habrá. Podríamos clasificar todo esto como transporte público, ¿no? A estos, hay que sumarle los taxis, que nos suelen sacar de apuros cuando hemos salido tarde de casa, o que son excelentes cuando llevamos mucho equipaje. No debemos olvidarnos también de los famosos mototaxis (prefiero llamarlos así antes que cholotaxis). Bien, en general, todos estos medios de transporte son de servicio público; y su importancia, la cual es muy grande, radica en el hecho de que gracias a todos estos móviles podemos llegar... donde demonios queramos ir, en caso de no tener un carro propio.

Bien, resulta que hace ya algunos días, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, presidido por el señor Enrique Cornejo, sorprendió con algo (relativamente) nuevo: la aplicación de un nuevo código de tránsito. Digo que es "relativamente" nuevo porque se lleva AÑOOOS intentando mejorar el caótico tránsito de nuestra ciudad capital; pero a la vez, asevero que sí hay novedad en este código de tránsito. Afirmo eso por lo siguiente:

Las penas por las diversas infracciones que un conductor pueda cometer son estas:

Causar la muerte o lesiones graves por manejar ebrio será castigado con una multa de S/.3.550 y con la inhabilitación de por vida de volver a conducir, según el nuevo código de tránsito.

Conducir en estado de ebriedad o negarse a pasar dosaje etílico (al margen de que se produzca un accidente) será sancionado con una multa de S/.1.775.

Manejar un vehículo sin haber obtenido brevete o un permiso provisional merecerá una multa de S/.852.

La sanción será de S/.426 por no respetar los límites de velocidad o pasarse la luz roja.

Conducir un auto sin una póliza vigente del Seguro Obligatorio contra Accidentes de Tránsito (SOAT) se multará también con S/.426.

Circular sin haber aprobado la revisión técnica vehicular se sancionará con una papeleta de S/.426.

La multa por estacionarse en zona rígida ha sido fijada en S/.284.

El castigo por tocar el claxon sin necesidad será una multa de S/.284. El mismo monto se aplicará por adelantar a otro vehículo en forma peligrosa.

Utilizar celular, radio u otro artefacto que impida tener las dos manos en el volante al conducir un vehículo tendrá una sanción de S/.284.


Sinceramente, pienso que los números resaltados son una exageración. Sobre todo si consideramos que el común de los transportistas -si no son todos- ganan muy poco dinero. Por supuesto, todos sabemos que los choferes de combis, micros, etc, son los más odiados, ya que son (en su gran mayoría) los más irresponsables y los mayores causantes de trágicos accidentes. Pero tampoco podemos dejar de pensar en los policías que colocan papeletas a diestra y siniestra porque deben llegar a... digamos... un número de papeletas diarias; ese es su trabajo.

Ajá, la gente dice que estos choferes son unos desgraciados. Pero, ¿nunca han pensando en el por qué? ¿Por qué son unas bestias al volante? Pues, yo creo que es porque simplemente no han podido recibir la educación necesaria para ser algo mejor; ya que en este país si no tienes plata no tienes educación (es triste, pero cierto. Así funciona el sistema en el Perú. Además, si lo analizamos, resulta un sistema cojudo, ya que el Perú no es un país de millonarios ni mucho menos... de hecho, hay mucha pobreza. Por lo tanto, si la gente no tiene dinero, simplemente ¡no se educa!). Aún así, no me malinterpreten, no me estoy compadeciendo de los combistas. La gente es víctima directa de la ignorancia de esas personas, me incluyo. Si ellos son malos conductores, ¿quiénes son los que se ven en riesgo de sufrir un accidente? ¡Directamente, nosotros! ¿Quiénes son las víctimas? ¡Directamente, nosotros, claro está! A eso, hay que añadirle los pésimos modales que suelen tener varios transportistas con las mujeres, sobre todo cuando lanzan un piropo. >.< (creo que no necesito explicar muy a fondo... no hay nada menos poético que un piropo de camionero).

Sin embargo, pienso que todas esas faltas de tacto y su mal desempeño como choferes se debe a este sistema segmentario, que sólo opta por educar a aquel que tenga dinero. Así es, desde los pésimos modales hasta el mediocre desenvolvimiento como conductores; todo tiene que ver con la educación. Por lo tanto, el problema es más grande que un "¡eliminemos a las combis asesinas!". El problema de fondo es este bendito déficit educacional.

Y si ese es el verdadero problema, ¿Por qué el señor Cornejo opta por poner multas altísimas y hasta ridículas en vez de preocuparse por la falta de instrucción que reina entre los transportistas, la cual lleva a que ellos cometan faltas y accidentes de tránsito? (Lo siento, señor Cornejo, pero no encuentro otro adjetivo para calificar al hecho de tener que pagar más de 200 soles por tocar el claxon innecesariamente. Ciertamente, es contaminación acústica y bla bla, pero... ¡simplemente es ridículo!)

Estuve leyendo el periódico de ayer de Correo, en el que se refieren al señor Félix Gómez (secretario general del Sindicato Unitario de Trabajadores de Transporte Terrestre), quien asevera (textualmente) que "los accidentes de tránsito no cesarán por el incremento de multas sino con la formalización de las empresas, con programas educativos y con normas que se trabajen en consenso". ¡Eso mismo! Las multas no van a cesar los accidentes de tránsito porque el problema no es el precio de las multas, el verdadero problema es la falta de instrucción de los choferes. Así que el ministerio de transporte y comunicaciones no debería enfocarse tanto en sus radicales multas y debería hacer algo al respecto del verdadero problema que nos rodea.

¡Déjese de cojudeces, señor Cornejo! >.<

Pero ya dije que las víctimas directas de todo este chongo no son exactamente los choferes. Lo somos nosotros, la gente que acude a estos servicios, y no deberíamos sentirnos dramáticos al aceptarlo. Recuerdo que el primer paro (el del 30 de junio) fue un pésimo día para un paro, al menos para los alumnos de mi universidad; ya que estábamos en finales. Yo tenía final de literatura a las diez de la mañana. Suerte que mi papá me pudo llevar en su carro. Pero muchos de mis compañeros no tuvieron la misma suerte, y comentaban que tuvieron que venirse en taxi o esperar mucho para que pase su combi, la cual venía llenísima. Incluso, hubo algunos (los que viven más lejos, allá, por la Molina) que simplemente no fueron a dar el examen. Como ven, esto no es nada inventado, es muy real. Estoy segurísima de que tú, lector(a), pasaste por lo mismo aquel día cuando tuviste que ir a estudiar o trabajar o a donde sea que hayas debido ir aquel día.

El segundo paro, en cambio, no fue tan fregado. Recuerdo que ese día también fui a la universidad a pedir unos exámenes. Mi papá me llevó porque de todos modos iba a pasar por ahí, pero pude regresar sola a mi casa en combi. Y debo agregar que el auto ni se demoró en llegar ni estaba lleno de gente, como me imagino que habrá ocurrido en el paro del 30 de junio. Hoy día, 21 de julio, estamos viviendo el tercer paro de transportistas, esta vez de 48 horas. Sin embargo, puedo ver la avenida por mi ventana, y... ¡sí hay combis! Creo que casi tantas como en un día normal. Debe ser porque independientemente de que este nuevo código sea justo o no, los transportistas deben seguir con el deber de llevar algo de comer a sus hogares. Supongo que los choferes que están trabajando en estos días de paro lo hacen por un sentido de responsabilidad como jefes de familia, lo cual me parece perfecto. Pero debo decir que también entiendo -mas no justifico- a quienes sí acatan el paro, porque las medidas que está tomando el ministerio me parecen abusivas, mediocres y no creo que ayuden a solucionar el problema de fondo que vivimos. Y mientras que no se haga nada al respecto, seguiremos igual que ahora. Sólo que con multas más altas.







No hubiera podido escribir este artículo sin un par de fuentes:

*Página web del diario El Comercio (la parte en la que salen las multas) :B :B :B
*Periódico Correo

sábado, 11 de julio de 2009

dwap

(generalmente escribo haciendo al menos un mini borrador previo, pero estoy cansada y con ganas de escribir como quien vomita palabras, asi que fue =D Además, estoy animada porq estoy escuchando las torres)

voy por mi taza de café, espera...

Bien.

*

Recuerdo que era jueves. Estaba a una semana de mis exámenes finales. El profesor de historia nos había dejado como trabajo hacer una línea de tiempo de todo el siglo XX y nos había pedido que usemos unos libros en particular de la biblioteca. En realidad, lo dijo con mucha anticipación, pero no tuve tiempo de dedicarme a esa tarea si no hasta aquel jueves 25 de junio. Estuve desconectada del mundo, leyendo entre esos libros viejos, nuevos, feos, coloridos, con olor a nuevo y a viejo, hasta que pensé que ya tenía la información que necesitaba y que ya me podía ir a mi casa. Tomé mi combi tranquilamente, pensando que era un día más y que no me toparía con ninguna novedad. Llegué a la esquina de mi casa, subí las escaleritas, saludé al portero, subí al ascensor, bla, bla... y al llegar a mi casa, mi papá me contó una noticia que en un primer instante me dejó ahuevada: Michael Jackson había muerto. No soy fan de Jackson, nunca lo fui; pero sí me impactó, ya que estoy convencida de que él ha influenciado mucho en la cultura popolar desde que surgió. Desde (8) i wanna rock with you... all niiiiigth (8) (e incluso antes, cuando cantaba con sus hermanitos) hasta cuando se hizo blanco =/ . Después, mi padre agregó que también había muerto una cantante folcklórica, cuyo nombre ni si quiera recordaba. Dijo esto último casi en son de burla, como quien dice que la muerte de esta cantante resulta anecdótica y que se le prestaría muchísima menos atención que a la del rey del pop -qepd-.

Ahora que han pasado varios días, creo que no es del todo así.

Es cierto que el cadáver de Alicia Delgado(la cantante folklórica que mi padre no recordaba) no fue depositado en un ataúd de 14 kilates de oro como el de Michael Jackson, es cierto que su biografía no sale en E! True Holliwood Story y que su muerte no ha sacudido al mundo. Pero sí que sacudió al Perú. Es a partir de este día en el que comienza un drama casi digno de una telenovela, el cual ha sido seguido fielmente por los medios de comunicación nacional.

Todos sabían de la relación homosexual entre Alicia Delgado y Abencia Meza, la reina de las parranditas o una hvda así. La cuestión es que a partir del asesinato de la cantante, la señora Meza fue -y es- una potencial sospechosa de tener culpa de esta muerte. Otro sospechoso es un tal Muamanchura (o como rayos se escriba), junto con ... otros tíos más. A partir de ese 25 de junio, cada vez q iba a la esquina a tomar mi combi para ir a cualquier parte, era casi inevitable ver los titulares del puestillo de periódicos, que no dejaban de tratar el bendito tema de Alicia Delgado. Y no exagero, de cada 5 titulares, tres o cuatro tenían ese tema.

La cuestión es: desde el 25 de junio hasta ahora, han pasado muchas cosas además de la muerte de la señora Delgado y toda esta cuestión con Abencia Meza. Rómulo León obtuvo libertad condicional, y hasta se declaró en huelga de hambre porque su excarcelación estaba demorando. El Sindicato de la Policía nacional hizo un paro el lunes pasado. La ex ministra Mercedes Cabanillas obtuvo una condecoración, a pesar de la metidaza de pata que tuvo al permitir que los policías vayan desarmados e incomunicados a Bagua. Chile sigue armándose exageradamente, gastando en tanto cachibache bélico como si no estuviéramos en crisis (me pregunto por qué). ¡Tantas cosas! Basta leer un periódico medianamente serio para saber.

Es cierto que es trágico lo ocurrido con Alicia Delgado. Ella fue asesinada. Se debe hacer justicia. Pero su muerte no tiene más valor que tantas otras que se dan en este momento, por ejemplo, en Puno, debido al sádico frío que toma vidas indiscriminadamente. ¡Pregunta! : ¿Qué tanto se habla de eso? Pues... mucho menos que del bendito tema de la folklórica.

Yo creo que esta falla de "medición de importancia/valor" es propia de los medios de comunicación, quienes no guardan proporción. Machacarnos horas de horas a la semana el tema de Abencia y a penas mencionar cuestiones de actualidad importantes para el pueblo peruano no es lo que yo podría definir como EQUILIBRIO. Lo peor es que el televidente suele pisar el palito casi sin notarlo. Es por ello que entre comadres están debatiendo con mucho carácter, cada una defendiendo su postura de por qué Abencia es culpable o inocente (como si fueran Dios, para poder resolver esta incógnita que aún la PNP no es capaz de resolver a pesar de tener toooodo un cuerpo trabajando en ello día y noche) cuando ni una ni la otra sabe que el reemplazo de Yehude Simon como premier no es ni más ni menos que otro aprista.

Ok, a lo mejor tú no te sientes directamente aludido al pensar en la gente que pisa el palito de los medios de comunicación. Es que, seguramente, tú eres de clase alta o media-alta; y, mientras que estás en tu compu o tu lap top escuchando música en inglés también estás con tu tele prendida, y sabes perfectamente que si quisieras informarte de lo que pasa en el país pones canal 8 y san-se-acabó. Pero quien me preocupa no eres tú, pues. Es el Perú. Ese Perú que no tiene canal ocho. Ese Perú que forma la mayoría, no la minoría de élite en la que estás tú. Ese Perú es el que está mejor enterado de lo que pasa con Abencia y Huamanchura que de lo que pasa en el Congreso. Y debería ser al revés.

Otro asunto que está siendo sobrecargado por los medios de comunicación es el tema de la bendita gripe porcina. Sé que es muy peligrosa, que te puede llevar a la muerte, y tal... pero ¡hey! Hasta ahora sólo han muerto cuatro personas: dos obesos, una niña especial de 3 o 4 años y una embarazada. ¡Eso no quiere decir que es el fin de la humanidad, señores! Los muertos son personas que estaban indiscutiblemente en los grupos de riesgo. Esa es la verdad.

¿Cómo lo pone la prensa? Pues... como el maldito fin de la raza humana, casi. La vez pasada vi un comercial de un noticiero, que decía (no así exactamente, pero se pilla la idea): la gripe porcina ya llegó al Perú y está arrasando vidas (esta parte sí es textual) ¿CÓMO HACER PARA QUE NO NOS MATE? .... algo alarmista, ¿no? Insisto, las únicas cuatro víctimas eran personas que claramente estaban en grupos de riesgo. Eso no quiere decir que la gripe porcina terminará con la tercera parte de la población a fin de mes. Lo que el pueblo necesita es información, no miedo.

Alarma por aquí, por allá. Pero lo que no se ve tanto (y hay que agradecer que se vea, aunque sea en menor medida) es la crítica al sistema de salud, que va en contra de todo lo aseverado por el señor Oscar Ugarte (ministro de salud). Cuando el tema de la gripe porcina recién saltó, Ugarte nos dijo que dont worry be huggies, que el Perú estaba preparadazo para esto y que no pasaba nada. Y a los días vino un enfermo, dos, tres, cuatro... ahora son más de mil. Luego, cuando estábamos seguros de la presencia del AH1N1 en nuestra tierra, Ugarte dijo -según muchos medios de comunicación- que se contaba con los medios para tratarla y que los centros de salud estaban dispuestos a atender a la gente, además de que había una línea telefónica para que la gente que crea tener el virus pueda llamar y diga tengo tal, tal y tal síntoma, ¿tengo la porcina? Sin embargo, hace un par de días vi en Prensa Libre un reportaje que no me sorprendió para nada: la dichosa línea telefónica ¡para ocupada! O sea, que si yo contraigo el virus y se me ocurre llamar para preguntar... me contestarán cuando el virus me mate. Y eso no es lo más indignante: los centros de salud son un pandemonio. Ugarte nos puede asegurar que todo está planificado, pero las cámaras no mienten: los hospitales están reventando de gente -particularmente, de madres con sus niños enfermos- quienes se quedan esperando por horas a que los atiendan. Y cuando los atienden les recomiendan cualquier cháchara porque los médicos no cuentan con lo necesario para decirle a la pobre madre señora, su hijo no/sí tiene la gripe porcina. Total, que las dejan en el aire. Para tal caso, mejor les preparan su té con limón en casa y se ahorran una cola enorme las mamás. No sé, señor Ugarte, cómo nos dice que tenemos capacidad para enfrentar esto.


A todo esto... ¿por qué tanta cortina de humo? ¡La gripe procina llega! Y los medios asustan en vez de decir lo que hay que hacer. El ministro de salud sale a decir que pasamos piola cuando los centros de salud son un horror. ¡Rómulo obtiene la libertad condicional, propicia para su fuga! Y la gente está mejor enterada del rollo del asesinato de Alicia Delgado. ¡Hay cambio de gabinete! Y se habla más de la muerte del estilista Marco Antonio (otra muerte lamentable, por supuesto. Pero insisto, los medios de comunicación deberían dar un equilibrio para que un tema paresca mucho más tratado que otro).

Yo soy estudiante de Estudios Generales Letras de la PUC, voy a comunicaciones y me doy cuenta de este dramático y ridículamente obvio desequilibrio de información de los medios de comunicación. Pregunto: ¿acaso los profesionales, quienes son mayores que yo e infinitamente más sabios que yo no pueden ver lo mismo que yo veo? ¿Por qué permiten esto? ¿Qué pasa con los medios de comunicación? Al gobierno le conviene tanto que los medios de comunicación hagan tan mal su trabajo... es sospechoso.