waa pensé que podría escribir antes, perooo... fue, pues. La cosa es que estoy haciéndolo ahora n___n
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Tengo 17 años y estudio. Debido a que vivo relativamente lejos de mi universidad y a que no tengo la edad para conducir mi propio vehículo, suelo dirigirme a mi alma mater utilizando el transporte más representativo de mi país, en particular, de Lima: COMBI. Es cierto que en realidad no todas son llamadas propiamente "combi": están los micros, las combis propiamente, los buses enormes (como la daewoo) y.. yo qué sé cuánta variedad habrá. Podríamos clasificar todo esto como transporte público, ¿no? A estos, hay que sumarle los taxis, que nos suelen sacar de apuros cuando hemos salido tarde de casa, o que son excelentes cuando llevamos mucho equipaje. No debemos olvidarnos también de los famosos mototaxis (prefiero llamarlos así antes que cholotaxis). Bien, en general, todos estos medios de transporte son de servicio público; y su importancia, la cual es muy grande, radica en el hecho de que gracias a todos estos móviles podemos llegar... donde demonios queramos ir, en caso de no tener un carro propio.
Bien, resulta que hace ya algunos días, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, presidido por el señor Enrique Cornejo, sorprendió con algo (relativamente) nuevo: la aplicación de un nuevo código de tránsito. Digo que es "relativamente" nuevo porque se lleva AÑOOOS intentando mejorar el caótico tránsito de nuestra ciudad capital; pero a la vez, asevero que sí hay novedad en este código de tránsito. Afirmo eso por lo siguiente:
Las penas por las diversas infracciones que un conductor pueda cometer son estas:
Causar la muerte o lesiones graves por manejar ebrio será castigado con una multa de S/.3.550 y con la inhabilitación de por vida de volver a conducir, según el nuevo código de tránsito.
Conducir en estado de ebriedad o negarse a pasar dosaje etílico (al margen de que se produzca un accidente) será sancionado con una multa de S/.1.775.
Manejar un vehículo sin haber obtenido brevete o un permiso provisional merecerá una multa de S/.852.
La sanción será de S/.426 por no respetar los límites de velocidad o pasarse la luz roja.
Conducir un auto sin una póliza vigente del Seguro Obligatorio contra Accidentes de Tránsito (SOAT) se multará también con S/.426.
Circular sin haber aprobado la revisión técnica vehicular se sancionará con una papeleta de S/.426.
La multa por estacionarse en zona rígida ha sido fijada en S/.284.
El castigo por tocar el claxon sin necesidad será una multa de S/.284. El mismo monto se aplicará por adelantar a otro vehículo en forma peligrosa.
Utilizar celular, radio u otro artefacto que impida tener las dos manos en el volante al conducir un vehículo tendrá una sanción de S/.284.
Sinceramente, pienso que los números resaltados son una exageración. Sobre todo si consideramos que el común de los transportistas -si no son todos- ganan muy poco dinero. Por supuesto, todos sabemos que los choferes de combis, micros, etc, son los más odiados, ya que son (en su gran mayoría) los más irresponsables y los mayores causantes de trágicos accidentes. Pero tampoco podemos dejar de pensar en los policías que colocan papeletas a diestra y siniestra porque deben llegar a... digamos... un número de papeletas diarias; ese es su trabajo.
Ajá, la gente dice que estos choferes son unos desgraciados. Pero, ¿nunca han pensando en el por qué? ¿Por qué son unas bestias al volante? Pues, yo creo que es porque simplemente no han podido recibir la educación necesaria para ser algo mejor; ya que en este país si no tienes plata no tienes educación (es triste, pero cierto. Así funciona el sistema en el Perú. Además, si lo analizamos, resulta un sistema cojudo, ya que el Perú no es un país de millonarios ni mucho menos... de hecho, hay mucha pobreza. Por lo tanto, si la gente no tiene dinero, simplemente ¡no se educa!). Aún así, no me malinterpreten, no me estoy compadeciendo de los combistas. La gente es víctima directa de la ignorancia de esas personas, me incluyo. Si ellos son malos conductores, ¿quiénes son los que se ven en riesgo de sufrir un accidente? ¡Directamente, nosotros! ¿Quiénes son las víctimas? ¡Directamente, nosotros, claro está! A eso, hay que añadirle los pésimos modales que suelen tener varios transportistas con las mujeres, sobre todo cuando lanzan un piropo. >.< (creo que no necesito explicar muy a fondo... no hay nada menos poético que un piropo de camionero).
Sin embargo, pienso que todas esas faltas de tacto y su mal desempeño como choferes se debe a este sistema segmentario, que sólo opta por educar a aquel que tenga dinero. Así es, desde los pésimos modales hasta el mediocre desenvolvimiento como conductores; todo tiene que ver con la educación. Por lo tanto, el problema es más grande que un "¡eliminemos a las combis asesinas!". El problema de fondo es este bendito déficit educacional.
Y si ese es el verdadero problema, ¿Por qué el señor Cornejo opta por poner multas altísimas y hasta ridículas en vez de preocuparse por la falta de instrucción que reina entre los transportistas, la cual lleva a que ellos cometan faltas y accidentes de tránsito? (Lo siento, señor Cornejo, pero no encuentro otro adjetivo para calificar al hecho de tener que pagar más de 200 soles por tocar el claxon innecesariamente. Ciertamente, es contaminación acústica y bla bla, pero... ¡simplemente es ridículo!)
Estuve leyendo el periódico de ayer de Correo, en el que se refieren al señor Félix Gómez (secretario general del Sindicato Unitario de Trabajadores de Transporte Terrestre), quien asevera (textualmente) que "los accidentes de tránsito no cesarán por el incremento de multas sino con la formalización de las empresas, con programas educativos y con normas que se trabajen en consenso". ¡Eso mismo! Las multas no van a cesar los accidentes de tránsito porque el problema no es el precio de las multas, el verdadero problema es la falta de instrucción de los choferes. Así que el ministerio de transporte y comunicaciones no debería enfocarse tanto en sus radicales multas y debería hacer algo al respecto del verdadero problema que nos rodea.
¡Déjese de cojudeces, señor Cornejo! >.<
Pero ya dije que las víctimas directas de todo este chongo no son exactamente los choferes. Lo somos nosotros, la gente que acude a estos servicios, y no deberíamos sentirnos dramáticos al aceptarlo. Recuerdo que el primer paro (el del 30 de junio) fue un pésimo día para un paro, al menos para los alumnos de mi universidad; ya que estábamos en finales. Yo tenía final de literatura a las diez de la mañana. Suerte que mi papá me pudo llevar en su carro. Pero muchos de mis compañeros no tuvieron la misma suerte, y comentaban que tuvieron que venirse en taxi o esperar mucho para que pase su combi, la cual venía llenísima. Incluso, hubo algunos (los que viven más lejos, allá, por la Molina) que simplemente no fueron a dar el examen. Como ven, esto no es nada inventado, es muy real. Estoy segurísima de que tú, lector(a), pasaste por lo mismo aquel día cuando tuviste que ir a estudiar o trabajar o a donde sea que hayas debido ir aquel día.
El segundo paro, en cambio, no fue tan fregado. Recuerdo que ese día también fui a la universidad a pedir unos exámenes. Mi papá me llevó porque de todos modos iba a pasar por ahí, pero pude regresar sola a mi casa en combi. Y debo agregar que el auto ni se demoró en llegar ni estaba lleno de gente, como me imagino que habrá ocurrido en el paro del 30 de junio. Hoy día, 21 de julio, estamos viviendo el tercer paro de transportistas, esta vez de 48 horas. Sin embargo, puedo ver la avenida por mi ventana, y... ¡sí hay combis! Creo que casi tantas como en un día normal. Debe ser porque independientemente de que este nuevo código sea justo o no, los transportistas deben seguir con el deber de llevar algo de comer a sus hogares. Supongo que los choferes que están trabajando en estos días de paro lo hacen por un sentido de responsabilidad como jefes de familia, lo cual me parece perfecto. Pero debo decir que también entiendo -mas no justifico- a quienes sí acatan el paro, porque las medidas que está tomando el ministerio me parecen abusivas, mediocres y no creo que ayuden a solucionar el problema de fondo que vivimos. Y mientras que no se haga nada al respecto, seguiremos igual que ahora. Sólo que con multas más altas.
No hubiera podido escribir este artículo sin un par de fuentes:
*Página web del diario El Comercio (la parte en la que salen las multas) :B :B :B
*Periódico Correo
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Respuesta para todo: elijamos el mal menor, o cornejo o los microbuseros :B
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