viernes, 28 de agosto de 2009

bang bang bang!

waaaaaaaaaaaaaaa revivi csm xd
estuve ausente por un buen tiempo.... es que ya empezaron de nuevo las clases y me estan haciendo leer como la rcsm u.u perooooo aprovecho para escribir. Tb sere mas organizada, y de ahora en adelante pretendo escribir una vez por semana.... supongo que cada domingo en la noche puedo tener algo nuevo =B yeeee (r)

yaaa ahora me concentrare en escribir algo en tiempo record porq estoy en el laboratorio de computo y me botaran en cualquier momento xd

chan chan channn (8)



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No soy una persona que disfrute mucho de los juegos. Desde chibola, saltar la cuerda me llegaba al pincho, igual que jugar chapadas o esas cojudeces. Preferia cosas como botella borracha, ahora que hago memoria (xd). Y ya que yo fui chiquita durante los 90's, década de los avances tecnológicos y todo eso, mis amigos de mi generacion -casi todos- eran y son hinchas de algun juego de esos de computadora, o nintendo, o play... y ahora que la cosa se ha ampliado aun mas, tambien les gusta jugar con el wii y cuanto cachibache exista. Yo no comparto ese gusto por los juegos (no sé por qué).

Este artículo va dedicado a la gente que sufre de los mismos síntomas que yo: la anomalía anti lúdica.

El antilúdico es aquel ser extraño con quien no puedes hablar de dota, gundam o crazy combi, ya que para él -me incluyo- todo eso es la misma cojudez. Puede que haya jugado alguna vez en su vida, pero lo hizo por compromiso. Incluso, puede que le hay gustado realmente jugar esas cosas, pero en cuestión de días se aburrió. No es como el común de la gente, que cuando encuentran un juego que les gusta, se afanan y juegan por el resto de su vida. ¿Por qué somos así? ¿Por qué no nos afanamos con una de esas cosas raras?

El hincha, en cambio, (no creo que haga falta describirlo, realmente)... bueno, creo que hay grados de hincha. Tienes al hincha que ni parece ser una persona que disfruta de estos jueguitos raros hasta que lo pones frente a una computadora... ¡y hay que ver cómo se emociona! es increíble como le grita a la computadora, menta la madre al aire y se desespera porque no subió de nivel. Por otro lado, tienes al hincha cuyo tema principal de conversación son los benditos juegos estos. Es más, puede que esté en una liga o un club de estas sonseras (sí, a mí también me costó creer que existen clubs de YOISTIKEROS -como se escriba xd- pero es cierto, sí existen). Pareciera que no puedes tener una sola conversación con esta persona sin que te mencione de una forma u otra su afición por estos juegos que le queman la retina y el cerebro.

Debo decir, que este último tipo de hincha es irritante. (hmmm me recuerda a alguien). Creo que les contaré algo que le pasó a una amiga: Resulta que esta chica tenía un enamorado. No era que lo amase a morir, pero... como que le gustaba (xd). La cosa es que un día su mascota se murió y la chica estaba extremadamente trite. Lloró tooooooodo el día. Y, al final del día, cuando se conectó, vio que su amorcito estaba en línea. Así que ella, todavía deshecha por su pérdida, decide hablar con su novio y le cuenta lo que pasó. El chico, sin embargo, parecía casi indiferente, y solo dijo algo así como "ah, que pena" y la dejó colgada. La chica se fastidió, por que esperaba una reacción diferente por parte de su enamorado. Dejó que pase el timpo, y el chico no le hablaba para nada. Ella, ya irritada, le pregunta algo así como "oye, ¿estás ocupado?", y... ¿saben qué respondió él? respondió "sí, estoy jugando"... ¿se imaginan? ¡Qué horrible! Digo yo, ¿no pudo darse 5 minutos para decirle algo bonito que la haga sentir mejor? ¡Qué tarado! Por eso es que cortaron en una (xd).

Pero ser un antilúdico acérrimo también puede ser así de irritante para la gente que sí disfruta de los jueguitos. Yo, por ejemplo... haciendo memoria, prácticamente todos los chicos que me han gustado han sido de los que les gusta jugar. Por aí como que no tenemos algo en común. Y si me gustara un hincha estaría fregada xd. es que es difícil que un antilúdico tenga amigos antilúdicos porque somos minoría. Somos como... como las personas de ojos violeta xd. Sí existimos, aunque cueste creer, pero somos una minoría.

La cuestión es... quien no es antilúdico, tiene otra adicción. Yo por ejemplo, era adicta al msn (estoy combatiendo eso). También tenemos a los adictos a la televisión, que se han visto todos los animes de cartoon network y todos los realities de VH1 y MTV.

Creo que esto es algo generacional, poque la gente de generaciones anteriores a la nuestra, no eran como nosotros: ellos salían libres a jugar futbol a la pista o a corretearse por el parque. Ellos no veían capítulos de naruto por youtube, ni se quedaban hasta las 3 de la mañana en msn, ni jugaban dota.

Y si lo pienso, me da pena. Me da pena porque pienso que es más paja lo que ellos hacían antes que lo que hacemos nosotros. Ellos eran niños felices que interactuaban entre ellos. Nosotros, en cambio, interactuamos con máquinas. Pensándolo, resulta triste. En nuestra generación, la miopía, la obesidad, entre otras cosas, son super comunes; mientras que eran casi una cosa rara allá por los 80's y antes.

Pero creo que nosotros no tenemos nada más qué elegir: No podemos comparar la seguridad ciudadana de antes con la actual. Antes, si dejabas tu bicicleta en la puerta de tu casa, nadie se la iba a agarrar. Ahor, si quieres dejar tu bicicleta en la puerta de tu casa, debes quedarte con ella. Y encima, es mejor que te cuiden a ti también, vaya a ser que te rapten. Tiene sentido, entonces, que estemos encerrados en nuestras 4 paredes con nuestros cachibaches tecnológicos perdiendo tiempo y vida.

Creo que puedo hablar por todos los antilúdicos si digo que a toda esa gente que le llega jugar por computadora le hubiera gustado nacer en otra generación. ¿Qué importa que no hayan msn ni celular? ¿Qué importa que tengan tele a blanco y negro y que en vez de ipod tengan una casetera del tamaño de la mitad de un ladrillo? Sigo pensando que era más bonito jugar como ellos lo hacían.

Nosotros, la generación X, estamos en una etapa de transición: si es que el mundo no se acaba en el 2012, como dijo Nostradamus, la tecología seguirá avanzando más y más. ¿Cómo jugarán los niños en el próximo siglo? ¿Qué cojudeces raras se inventarán en el futuro?

Para mí, el mundo se acabó en los 80. Nostradamus se equivocó. El mundo se acabó en los 80. Ya, en los 90, si quieres, por que la buena música llegó hasta esa década. Pero en el nuevo milenio, todo, todo, todito se fue al carajo. Algunos pueden ver un auge tecnológico, pero lo que yo veo es la decadencia del hombre como un ser natural.

Y nosotros, como generación de cambio, ¿qué podemos hacer? ¿Destruimos internet para que las bibliotecas sigan abiertas? Creo que lo único que podemos hacer es llevarle la corriente a esta nueva ola de invenciones, pero sin perder nuestro toque natural.

jueves, 6 de agosto de 2009

ñaka ñaka ñaka

ñakaaa estoy preparando otro tema. Mientras, dejare una reflexion menos politica y más social. Tal vez algo ideológica. ñaka ñaka ñaka ñaka. Esperate que quiero ir por más café....

yatah

voy a seleccionar musiquilla...

listo :B

*

Si han leido antes este blog, se habrán dado cuenta de que quien escribe es una mujer. Y, como mujer, valoro muchisimo el avance femenino en la sociedad. En el siglo pasado, las mujeres solo podian aprender a cocinar, a tejer, a hacer las sonseras de la casa, etc. Se dedicaban a ser "la gran mujer DETRAS del gran hombre". Ahora, las mujeres estudiamos en los mismos ambientes que los hombres, hacemos las mismas actividades. Podríamos decir que ahora la "gran mujer" no va detrás del "gran hombre", si no que camina a su costado. Incluso ha podido superarlo muchas veces. Sólo es cuestión de recordar nuestros días de escolares... si has estado en un colegio mixto, recuerda... en tu salón habían chicos y chicas, pero la más chancona era una chica, no? Bueno, tal vez no xD. (Pero hay estadisticas que dicen que a las mujeres generalmente les va mejor en el colegio que a los hombres.)

En cualquier caso, podríamos decir que la mujer ha cobrado independencia, que ya no se dedica a ser una muñeca viviente, dominable y bien amaestrada. Esta nueva mujer autosuficiente, renovada y libre debería encajar en nuestra sociedad. Pero parece que simplemente no puede.

¿Por qué?

¿Nunca has intentado pintar una cartulina negra con un color blanco? ¿Cierto que por más que te gastes todo el color y lo pases con fuerza, igual se va a notar el fondo negro? Pues... algo así es. La misma figura. La sociedad de antes es nuestra cartulina, y el color negro es este machismo categórico. Nuestro color blanco es el movimiento en pro de la igualdad de sexos. El blanco puede notarse, pero es muy opacado por el color negro.

Es cierto que la mujer tiene derecho a gozar de licencia por maternidad pre y post natal. Pero, ¿eso se respeta? Es más, me atrevo a preguntar ¿eso se respeta en el Perú? La violencia contra la mujer es totalmente inadmitida, pero ¿cuántos hombres les pegan a sus esposas? ¿Cuántos reportajes matutinos ves sobre padres o tíos que violan a sus hijas? ¿Y qué se hace con esos abusivos? Es cierto que esta sociedad fomenta -en teoría- la igualdad entre hombres y mujeres. Pero, si es así, ¿por qué recibimos educación tan diferente desde que nacemos? ¿Por qué si un niño se cae se le dice que no llore y que se aguante; pero si una niña se cae, la mamá va corriendo a ponerle un curita con la cara de hello kitty?

En el fondo, la sociedad no quiere ceder al cambio. La mujer aún debe tener huevadas en la cabeza. Por algo es que los espacios de televisión sobre espectáculos, moda y cocina están destinados a un público femenino. ¿O cuántos programas de moda masculina existen? Y ni mencionar los programas para las amas de casa, a lo Laura Bozzo. O esas novelas estúpidas que tanto apasionan a las señoras, donde la abuela resulta ser la madre del hermano del hijo del amante del sobrino de la chica pobre enamorada del chico rico. Es así de trillado, pero las doñas se afanan con esas historias. Es por eso que una mujer que sale de este molde de muñeca domesticada y desinformada no pasa inadvertida. Para algunas personas causa admiración. A otros les parece contranatural.

La vez pasada estaba hablando con mi abuela sobre todo y nada y llegamos al tema de la vida en pareja. Bueno, sobre las relaciones de pareja, en general. Ella afirmaba de forma categórica, como negándose a admitir una opinión adversa, que si una mujer decide casarse o convivir con un hombre, la mujer no debe aportar en la casa. A lo mucho, con esta liberacion femenina, podria ayudar un poco con su trabajo. Pero es el hombre quien debe cubrir los gastos fuertes. Que le parece una cojudez eso de pagar todo mitad/mitad. Pero, digo yo... ¿si no pago lo que yo consumo, o sea, mi mitad... no estoy siendo una mantenida? ¿Y si hubo tanta revolución feminista, si tantas pensadoras hicieron tanto chongo para que más adelante mujeres como yo podamos estudiar y trabajar igual que los hombres... no sería lo correcto que no acepte ser mantenida por un hombre? ¿Si tanta gente ha luchado tan apasionadamente por la igualdad, acaso no será porque vale la pena?

Esto me hace pensar también en tantos programas de televisión. Desde las novelas mexicanas donde la mujer que no hace nada es la esposa del empresario exitoso, hasta estos realities de VH1 donde un artista que se pudre en plata tiene a 20 mujeres peleándose por él en una mansión. Lo curioso es que estas mujeres suelen ser modelos de dos por medio, músicos de poca monta o strippers. La mujer bonita y fracasada laboralmente es el complemento ideal para este hombre de negocios y de dinero. En ese tipo de relaciones, parece evidente que el hombre es quien cubre los gastos fuertes. La mujer sólo debe dedicarse a ser talla 28 el mayor tiempo que su cuerpo le permita. Estoy segurísima de que Flora Tristán o Magda Portal se irritarían hasta ponerse guindas de ver que los medios de comunicación siguen patentando esta imagen de la mujer. Y les debería reventar él hígado doblemente, porque encima el televidente no se da cuenta del evidente mensaje sexista que está mal escondido.

Lo triste es que al depender de un hombre, también dependes de su humor. Como dice la canción de Los Prisioneros "Si te quejas, ahí está la puerta; no estás autorizada para dar opinión". Pues... a eso respondo con otra cita textual, esta es del Che: "Prefiero morir de pie antes que vivir de rodillas". Es cuestión de pensarlo un poco... es cierto que a las mujeres les suele ir mejor en el colegio; pero a los hombres les va mejor en el trabajo (no lo digo yo porque se me ocurre, esto lo afirman diversos estudios). Pero tiene sentido que sea así: en el colegio, los hombres y las mujeres tienen exactamente las mismas oportunidades, nadie tiene ventaja sobre nadie. En el trabajo, en cambio, el hombre suele tener preferencias. Sobre todo si pensamos en esto de la maternidad. Un embarazo significa para una mujer un estancamiento profesional de tiempo indefinido. Estamos hablando de meses de meses, con suerte. Si no, podríamos hablar de años, fácilmente.

Por lo tanto, si no me quisiera complicar la vida, sería cuestión de pensar qué se me hace más fácil: ¿casarme con un empresario, permitir que él cubra los gastos principales del hogar y que yo sea la esposa-accesorio? o ¿convivir con un tipo que me agrade y pagar todo mitad/mitad? O, más free... ¿vivir sola? Así, todo lo que tenga será directamente mío, y no le debería ni un rollo de papel higiénico a nadie. Todo lo mío lo tendría por mérito propio. Pues... si quisiera ser descomplicada, comenzaria a buscar empresarios adinerados desde ahora mismo. Pero no estoy estudiando en la universidad para ser esposa.

Así que, aunque personas como mi abuela piensen que soy una idealista (bueno, si mi abuela supiera lo que pienso no me llamaría "idealista", me diría "burra necia"), no puedo dejar de pensar que la sociedad, aunque no lo acepte, debe amoldarse a la nueva mujer que quiere surgir, y debe fomentar este cambio. Los medios de comunicación ayudarían mucho en ello.

Hm... de hecho, tampoco podemos decir que no han hecho nada por esta revolución, porque sí lo han hecho. Incluso en la nueva formación de las niñas. Nada más pensemos en esta pomposa y glamorosa muñeca, Barbie. Una persona de poca visión sólo podrá ver una muñeca de plástico, pero Barbie representa toda una ideología. Es cierto que representa el consumismo, la vanidad, la idea de que la vida es interesante solo mientras eres joven (¿o entonces por qué no sale la Barbie juvilada? ¿O la Barbie octogenaria?). Pero, por otro lado, Barbie es un gol para el feminismo, ya que representa la independencia, la idea de que una mujer puede hacer lo que quiera y que no tenemos límites. Por eso tenemos a la Barbie veterinaria, profesora, rock star, surfista... lo que quieras, existe. Y no sólo eso. Si se dan cuenta, Barbie no depende de Ken. Ken es un accesorio. Hay muchas niñas que tienen una enorme coleccion de Barbies y solo un par de Kens. ¿Por qué? ¡Por que es secundario! Esta muñeca no es menos por no tener pareja. Aunque no haya un Ken que le haga compañía, igual tiene una sonrisa en el rostro. Igualmente, si Barbie no tiene a Kelly (la hijita) ¡no pasa nada! Sigue siendo glamorosa, exitosa y todo un ideal de mujer. Y, sí, me agrada que se les inculque esa mentalidad a las niñas, aunque sea de manera asolapada.

....ya. Debe parecer que soy archi feminista. Pero no. Solo creo en esta aparentemente utópica igualdad.


Hablando de igualdad... también estaba pensando en algo impuesto por la sociedad: los modales, especificamente, la caballerosidad. (Volveré a mencionar a mi abuela, y esta vez también a mis tías). Ellas afirman que a la hora de salir con un muchacho, este debe mostrarse totalmente caballeroso. Debe irte a recoger a tu casa; debe pagar él el taxi; si van al cine, él debe pagarte la entrada; si van a comer, que él te pague tu plato... y así. Él debe abrir la puerta del carro, él debe acomodarte el asiento... lo único que falta es que el pobre muchacho deba llevar a su chica cargada hasta su silla.

Estos gestos de caballerosidad son tan machistas que hasta se vuelven ridículos. Parecen querer exaltar la idea de que la mujer no es capaz de hacer ni mierda por sí misma y que el hombre debe hacer todo por ella. En teoría, la mujer y el hombre, al tener igualdad laboral, pueden pagarse cada uno lo que gasten. ¿Para qué me irían a recoger a mi casa? No tengo 2 años, no me perderé. ¿Para qué me van a pagar el taxi? Puedo tener 5 lucas en el bolsillo y pagarme el taxi. ¿Para qué me van a pagar un boleto de cine o un plato? No soy un caso de caridad. ¿Para qué me van a abrir la puerta del carro? No soy manca, lo puedo hacer sola. ¿Para qué me van a acomodar el asiento? ¿Acaso seré tan cojuda para sentarme en el aire?

Ajá, una ridiculez... pero... ¡es lindoooo! Puede ser que esta sea la mancha machista en mi discurso de igualdad; pero, aunque estos modales parescan resaltar la ideologia machista de que la mujer depende del hombre, pienso que es tierno que un hombre -sea esposo, novio, trampa, amigo o incluso un primo- te pague el taxi o te invite a ver un estreno. Pienso que es algo agradable porque demuestra interés en una, demuestra la intención de querer quedar bien o impresionar. Sinceramente, estoy convencida de que hasta la mas férrea feminista no podría hacer otra cosa más que agradecer y sonreír si un joven le invita un café, o si le ceden el asiento en la combi solo por ser mujer. No sé si sea porque a las mujeres se nos educa para apreciar esos actos de caballerosidad o por qué otro motivo sea, pero, definitivamente, ese tierno machismo nos derrite como hielo al sol.


A partir de todo el vómito de ideas presentado, puedo concluir teniendo una sola cosa muy en claro: que no tengo las cosas en claro. Es que es confuso, porque la sociedad expresa una cosa y ejecuta acciones divergentes. Los medios de comunicación y la educación ayudan y van en contra de la revolución. Hay una riña entre "el ama de casa" y "la mujer independiente", y, hasta ahora, no tengo ni la más remota idea de quién va ganando. Solo me queda esperar que, más pronto que tarde, se tome una posición, que sea clara y que avancemos.